
Buena temperatura, más horas de luz, más tiempo libre… El verano combina los elementos perfectos para relajarnos y coger energías para el resto de año. Sin embargo, esta estación puede ir acompañada de picos de ansiedad y tristeza.
Este fenómeno se conoce como trastorno afectivo estacional de verano o tristeza de verano, y hoy te contamos todo sobre él.
¿Qué es la tristeza de verano?
Todo el mundo cree que la estación más triste es el invierno y, en parte tienen razón. Los cambios de hábitos, la vuelta a la rutina, pasar más tiempo en casa y el mal tiempo, proporcionan un ánimo más apagado. Sin embargo, hay otra gente a la que le sucede al contrario y experimentan este bajón durante la época estival.
El verano es, junto a la Navidad, la etapa más idealizada del año y muchas personas experimentan en esta época una sensación de culpabilidad por no estar disfrutando todo lo que deberían, lo que puede derivar en picos de ansiedad y desesperanza.
En un estudio llevado a cabo por el psiquiatra Michael Terman, el 50% de los encuestados afirmaron que se sentían más tristes y abatidos en otoño e invierno y, asombrosamente, un 12% también dijo sentirse así durante el verano.
Al contrario que la “depresión post-vacacional” (la cual sabemos que se produce, sobre todo, por la angustia de volver a la rutina), esta sensación de apatía y desmotivación ocurre durante el verano y, aunque hay muchas teorías acerca de qué es lo que la produce, no se han podido demostrar al 100%.
A continuación, te contamos las causas más probables de esta depresión estacional:
Climatológicos y ambientales
No todo el mundo disfruta del calor y la luz que nos trae el verano. Hay a quienes sufren estos factores en su organismo e incluso en sus rutinas diarias.
Las altas temperaturas pueden contribuir a patrones de sueño deficientes que impactan directamente en los estados de ánimo. Por eso este tipo de personas tienden a aislarse en sitios frescos y oscuros.
Cambios de rutina
Muchas veces no somos conscientes de lo esenciales que son nuestro hábitos y rutinas a la hora del cuidado de la salud mental.
El verano, con sus pausas vacacionales y nuevos horarios de luz, hacen que muchos de nosotros cambiemos nuestras rutinas para adaptarlas a la nueva estación.
Dormir y despertarnos más tarde, comer fuera con más frecuencia, bebidas y comidas menos sanas… Todos estos cambios y hábitos relajados pueden llegar a provocar ansiedad y estrés a las personas.
Altas expectativas
Ya incluso en el mes de mayo, comenzamos a imaginar y planear nuestras vacaciones perfectas. Viajar a lugares de ensueño, playas paradisíacas, festivales… Se dice que soñar es gratis, pero en realidad acaba pasando factura.
En general, y sobre todo en el contexto actual de pandemia, debemos rebajar un poco las expectativas de nuestras vacaciones, ya que a veces es complicado que todo salga como lo has planeado.
Además, las redes sociales son un fuerte enemigo en esta época, vendiendo vidas irreales y fomentando la envidia y la tristeza por «no tener lo que los otros tienen».
Dificultades económicas
Al igual que la Navidad, en verano gastamos mucho dinero. Entre los miles de planes que surgen fuera de casa, como los viajes, la cuenta corriente acaba sufriendo, y nosotros con ella.
Derrochar no tiene porque se imprescindible para disfrutar de un plan, por eso piensa actividades low cost y habla con tus amigos, pareja y/o familiares. No tienes que avergonzarte si este año no puedes permitírtelo todo, además, existen infinidad de posibilidades muy divertidas que no necesitan de una gran inversión.
Mucho tiempo, pero de poca calidad
En esta época del año solemos tener más tiempo libre, pero muchas veces no lo invertimos correctamente. O bien no hacemos nada, lo que acaba generando sentimiento de culpabilidad, o realizamos actividades que no nos llenan del todo.
Además, las vacaciones también pueden convertirse en la época de los compromisos familiares. Invertir el tiempo libre en ellos puede provocar apatía y tristeza a la persona, que percibe que está perdiendo el poco tiempo libre que tiene al año en un plan que no le apetece o le genera malestar.
Lo mejor para evitar este sentimiento es evitar este tipo de situaciones, implantando planes más productivos y que te gusten de verdad.
Lavar y planchar durante las vacaciones tampoco es el plan perfecto. Por eso en 5àsec te ayudamos a hacerlo para que tú disfrutes de tu tiempo libre:
BUSCA TU 5ÀSEC MÁS CERCANO y disfruta de todos estos servicios:
Maxima: Suavidad, brillo y frescura para tus prendas más exclusivas.
Ultrablanco: Evita el amarilleamiento de tus prendas blancas.
Cuidados textiles
Antiácaros: Protege tu ropa de hogar y evita posibles alergias.
Almidonado: Mantén la forma y el aspecto como nuevo de tus prendas.
Antimanchas: Protégete de las manchas con una fina capa invisible.
Antipolillas: Despréndete de los parásitos de la ropa y evita agujeros en tus prendas.
Apresto: Trajes y vestidos de noche suaves, limpios y sin arrugas durante más tiempo.
Higienizante: Desinfección e higiene total para tus prendas.
Clásicos
Lavandería al kilo: Limpieza profunda para tu colada.
Planchado a mano: Tus prendas impecables y sin una sola arruga.
Expertos
Ropa de hogar: Limpieza y resultado óptimo en el interior de tu vivienda.
Alfombras: Quita todas las manchas de tus alfombras.
Arreglos: Embellece, repara o ajusta tus prendas con un 10% si tienes la tarjeta Privilege.
Cuero y piel: La piel y el cuero son materiales únicos y requieren un cuidado experto.
Bono camisas
Somos expertos en el lavado y planchado de camisas, por eso te ofrecemos los mejores precios, con nuestros bonos de 25 o 100 camisas.
Todo tiene una solución, y la tristeza de verano también. No dejes que los factores externos como el trabajo, las inseguridades o el dinero, arruinen tus vacaciones. ¡Hay muchas actividades que pueden salvar tu verano!