La importancia de la higiene en la ropa de cama

Uno de los lugares donde más tiempo pasamos es nuestra cama, concretamente 49 horas por semana si se duerme 7 horas cada noche.

Muchas veces, además de para dormir, la usamos como oficina, como mesa para comer y, si tienes mascota, probablemente también la use para descansar, lo que la convierte en el hábitat perfecto para los gérmenes.

Lo que acumulan tus sábanas

Cuidado con las manos y la ropa sucia

Para minimizar la suciedad que pueda acumularse entre la ropa de cama, debes evitar los pequeños detalles que puedan ensuciarla.

Presta atención a la limpieza de tus pijamas, ya que al final es el que está en contacto directo con nuestra piel y puede ser portador de polvo y residuos. Además, evita apoyar prendas u objetos cuando esté desecha e intenta manipularlas con las manos bien limpias.

Una buena higiene ayuda a descansar mejor

El poder de la mente es increíble y no se puede negar que una de las mejores sensaciones después de un duro día de trabajo es llegar y poder tumbarte en tu cama limpia y estirada.

Además, el color blanco inspira limpieza, pureza y relajación, por eso una cama de sábanas blancas va a hacernos sentir que dormimos más y mejor. Pero no solo esto, nuestra piel capta la limpieza y frescura por lo que dormir en una cama bien limpia nos dará una mayor sensación de descanso.

¿Cada cuánto debes cambiar las sábanas?

Antes de meternos en materia, debemos distinguir entre la frecuencia recomendada, pero también ser realistas, ya que hay semanas y días en los que, entre unas cosas y otras, no tenemos tanto tiempo.

Además, estos cambios dependerán también de algunos factores como si dormimos solos o acompañados, si transpiramos mucho, si hemos estado enfermos… A nivel general, puedes optar por estas opciones a la hora de cambiar tu ropa de cama:

• Sábanas: Lo ideal es cambiarlas una vez por semana y lavarlas a altas temperaturas para que se eliminen bien las bacterias que se hayan podido acumular. En los meses de verano, como sudaremos más por las noches, se recomienda aumentar esa frecuencia a dos veces por semana
• Fundas de almohadas: Se recomienda su cambio cada dos días. La piel de la cara y el pelo están en contacto directo con ellas y los posibles restos de maquillajes, células muertas o suciedad, pueden acumularse más fácilmente. cada dos días.

Lavado de almohadas, colchón y pijamas

Además de cambiar sábanas y fundas, no está de más que conozcas la vida útil que tiene tu colchón o tus almohadas y con qué frecuencia lavarlas, así como la importancia de dormir con un pijama lo más limpio posible:

• Lavar las almohadas cada 3 meses: Después de 2 años, el 10% del peso de una almohada que no se ha lavado corresponde a ácaros muertos. Junto a ellos, se acumulan también bacterias, piel muerta e infinidad de especies de hongos, por eso es recomendable que laves tus almohadas, al menos, cada 3 meses y las seques muy bien para evitar la aparición de humedad y moho.
•  Dale un repaso a tu colchón cada seis meses: El colchón, al igual que las sábanas y las almohadas, puede acumular polvo, bacterias y moho. Para limpiarlo, puedes pasar la aspiradora o ventilarlo al sol cada medio año.
• El pijama: Igual que con el resto de prendas que se usan en el día a día, el pijama debería cambiarse y lavarse cada dos días como mínimo, aunque siendo realistas, a veces se puede dejar unos días más si solo se ha usado durante la noche.

5àsec, tu mejor aliado

Una correcta higiene personal es crucial para evitar la aparición de infecciones y enfermedades, pero también hay que prestar atención a la limpieza de todo aquello que nos rodea.

Como hemos mencionado en este artículo, en los colchones y sábanas pueden acumularse bacterias y gérmenes, por eso es muy importante que prestes especial atención al cuidado y lavado de tu ropa de cama para evitar que se acumulen y deriven en infecciones y enfermedades.

Es cierto que a veces no tienes el tiempo suficiente para seguir a raja tabla las recomendaciones, pero para eso está 5àsec y sus servicios expertos en limpieza y desinfección textil.

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